El nombre de éste blog responde a una frase del Dr. Enrique Pichón Riviere, padre de la Psicología Social en Argentina.
domingo, 20 de diciembre de 2009
¿Cómo salir del sufrimiento?
Amigos del alma, gracias por interes ar se y ayudarnos a que esta difusión continúe, gracias por su búsqueda interna y por la indagación del Ser. ¿Cómo se corta el karma?
¿Cómo se sale del sufrimiento, de la mentira social, de la imposición mundana, de la autogratificación efímera, de la adicción contínua, de la necesidad, del odio, de los recuerdos del pasado que no se superan, de los miedos al futuro y de las depresiones de todo tipo? ¿Cómo logramos que nuestros pensamientos, palabras y acciones no generen reacciones que vuelvan a nosotros continuamente? ¿Cómo escapamos de esta rueda que p ar ece no tener fin?
La respuesta es tan sencilla, que hasta a veces asusta...
Amando, amando, y amando.
Nos parece insólito, leer esto, escucharlo, porque suena tan simple que en seguida la mente trata de coloc ar se en una posición de superioridad con todo su bagaje de conocimientos y sus curriculums y sus años de mundo y relaciones, y opina que no. Que no puede ser tan simple la ecuación de una vida, o incluso más, que si de am ar se trata, eso es lo que hemos estado haciendo, y sigue la trampa, el engaño, la ignorancia de llam ar amor a lo que hemos estado viviendo y que de amor, genuino, incondicional, verdadero, no tuvo nada.
Fueron distintos estados de negociaciones y condicionamientos, de provechos, de c ar encias, de buenas intenciones, de sacrificios sufridos, de concesiones, de exigencias, de todo lo que se nos ocurra, pero de amor, nada.
El amor no tiene pasado ni futuro, no analiza, no opina, no juzga, no comp ar a, no exige, no ordena, no mendiga, no impone, no ruega, no necesita, no limita, no culpa, ni siquiera perdona. Miren que fuerte esto, el amor no perdona, ¿por qué? porque simplemente, totalmente, incondicionalmente ama.
No necesita perdon ar p ar a am ar , ya que ama directamente. Por eso se dice que quien perdona, todavía no ama en plenitud, tiene el ego herido, ve la diferencia, la sep ar ación, pero con un cierto discernimiento, decide ir superando sus miserias mentales y emocionales, y empieza a perdon ar , lo que de por sí, ya es un gran logro. Pero confundir perdón con amor es seguir manteniendo la mentira.
El amor, es amor, y no otra cosa. Basta de disfraces, de ocultamientos, nadie debería engañ ar se más a sí mismo. Ya nos pasamos engañando al mundo, pero es hora de entender que fuera de nosotros no hay refugio. Nadie escapa de sí mismo.
Si nos amamos, amamos de verdad, sin subterfugios ni fantasmas de la mente, ni residuos del pasado, ni neurotransmisores hechos pelota, de tantos golpes recibidos y que es hora de ar regl ar p ar a siempre, sin tantas cicatrices, que ya tienen que cauteriz ar definitivamente, si amamos, lo que somos, lo que es el otro en su esencia mas allá de todo nombre y forma, si amamos, la existencia, la creación, la conciencia, el alma universal, ya esta todo ahí.
Cuando amamos no dañamos a otras formas de vida, que son otras formas de nosotros mismos en distintos cuerpos y por ende no hay que volver a experiment ar lo que hemos causado. Cuando nuestros pensamientos, palabras y acciones son luz, y no odio, son amor y no perjuicio, son paz y no miedo, ya estamos aptos al divino viaje de egresados, y no repetimos más materias que nos atan a sufrimientos residuales.
La seguimos en estos días
Gracias por existir
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