lunes, 23 de marzo de 2009


23/3/2009
La leyenda de los sentimientos y las cualidades

--------------------------------------------------------------------------------

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando EL ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: 'Vamos a jugar a las escondidas'. LA INTRIGA levantó la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse, pregunto: '¿a las escondidas? ¿Y cómo es eso?'

'Es un juego', explico LA LOCURA, 'en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, al primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego'.

EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA. LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e inclusive a LA APATÍA, a la que nunca le interesaba nada.

Pero no todos quisieron participar. LA VERDAD prefirió no esconderse. Para que, si al final siempre la hallarán, y LA SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella). LA COBARDÍA prefirió no arriesgarse...'1, 2, 3....' comenzó a contar LA LOCURA.

La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. LA FE subió al cielo y LA ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse.

Cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino ideal para LA BELLEZA, que si la hendija de un árbol perfecto para LA TIMIDEZ, que si el vuelo de la mariposa lo mejor para LA VOLUPTUOSIDAD, que si una ráfaga de viento para LA LIBERTAD. Finalmente terminó por ocultarse en un rayito de sol. EL EGOISMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo...pero sólo para él.

LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris), y LA PASION y EL DESEO en el centro de los volcanes. EL OLVIDO...se me olvidó dónde se escondió...pero eso no es lo importante.

Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado...hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores. 'Un millón', contó LA LOCURA y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue LA PEREZA solo a tres pasos de una piedra. Después escuchó A LA FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología, y a LA PASION y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a LA ENVIDIA y, claro, pudo deducir dónde estaba EL TRIUNFO. EL EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a LA BELLEZA, y con LA DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir de qué lado esconderse. Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arco iris (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO...que ya se le había olvidado que estaba jugando a las escondidas.

Pero solo EL AMOR no aparecía por ningún sitio. LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada riachuelo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas...

Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto se escuchó un doloroso grito . Las espinas habían herido en los ojos AL AMOR.

LA LOCURA no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra...EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA


Gentileza, Robert Parker

lunes, 16 de marzo de 2009


Presencias Ausentes..




Por Francisco Cifuentes Dávila (Monterrey – México)

Siempre, al hablar sobre lo vivo, implícitamente y aun sin mencionarla se sobreentiende la existencia de la muerte como un ente que asedia y desde su espacio vigila lo que algún día será suyo.

Por ello no me referiré a las presencias vivas, sino solo a aquellas que ya son ubicuas e intemporales y que sus desplazamientos son invisibles y confundidos con la divinidad, con la nada absoluta y participando del todo absoluto.

En mi calidad de médico he visto vivir y morir a mucha gente. La profesión me ha brindado la oportunidad de conocer el “como” se gesta la vida y hasta allí llega ese conocimiento, lo demás, son especulaciones de orden escatológico.

El saber “Quien” la permite, el “Porqué” llega, el “Cuanto” durará y el “Qué” hay más allá, entra en el campo donde reina el desconcierto y la maravillosa e infranqueable duda a la que Gibrán Jalil Gibrán dijo al referirse al alma: “En ella se puso la oscuridad de la duda, que es la sombra de la luz”.

Todas las religiones, independientemente de sus parafernalias, persiguen un mismo fin, limpiar el alma y elevar la espiritualidad humana hacia un descanso virtual donde se goce y no se sufra. Para los católicos, musulmanes y judíos son el cielo y su contraparte; el sofisma del infierno, y para los budistas es el Nirvana.

No existe ninguna doctrina que no tenga un lugar virtual donde se descanse para siempre.

Pero dejo esto en paz y no puedo resistirme a mencionar aquella frase de Sir Robert Hutchinson en inscrita a la entrada de un hospital de Londres.“De hacer de la curación de la enfermedad, aun más penosa que la misma enfermedad.... ¡Librame Señor!

¡Librame Señor! Que hermosas palabras, más bellas que la codiciosa petición de ¡Ayúdame Señor! Y más hermosa sería si se dijera ¡Libérame Señor! Libérame de injustos dogmas nacidos y engendrados, no por la verdad, sino por la duda y el miedo a la muerte.

Cuando alguien muere, habitualmente se dice “El ausente”, porque estamos acostumbrados a guiar nuestros pasos con solo cinco sentidos, pero del sexto, del que muy pocos se ocupan, es el sentido espacial e intemporal.

Si se ocupara, ya nadie diría “El ausente”, sino el “Omnipresente” o “Epifanía”. (Presencia que cae y se manifiesta) Seria la esencia de lo perdido físicamente y que en sentido figurativo se refiere a “Lo más puro y acendrado de una cosa o un alguien”.

Yo, sigo recordando y percibo la esencia de mi madre, de mi padre y de mi abuela paterna. Seres esenciales en mi vida que cuando estuvieron, parecía que no estaban y ahora que no están siento su omnipresencia, su epifanía y su esencia.

Los recuerdo en mis olvidos y en mis olvidos se manifiestan puros, saludables y aun con más intensidad que cuando estaban.

Cuando los ausentes se vuelven presentes ya no existe ese ángel de alabastro sobre la tierra que los cobija y que tiene un dedo en los labios imponiendo silencio.

La comunicación desde su espacio se vuelve otra y sus palabras se vocalizan en un atardecer, en una ráfaga de viento o en un paisaje hermoso como si dijeran aquella frase dicha por el Hijo del hombre. “Azalamu alaikum”: ¡Que la paz sea contigo!

Todos los que ya se han ido, están allí, quizás en un paisaje, en las aguas de los mares o en un bosque de pinares. Ahora son inmortales y escatológicamente felices.

Y como escribiera Gibrán, el poeta árabe: Él dijo, refiriéndose a los que están y a los que se fueron: “Y amé a los seres humanos, los amé mucho. Estos, a mi juicio son tres: unos que maldicen la vida, otros que la bendicen, y otros que meditan en ella. Amé a los primeros por su desgracia, a los segundos por su generosidad, y a los terceros por su inteligencia”.

domingo, 15 de marzo de 2009



¿ Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo ?

Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,

Que nadie establece normas salvo la vida,

Que la vida sin ciertas normas pierde forma,

Que la forma no se pierde con abrirnos,

Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,

Que no está prohibido amar,

Que también se puede odiar,

Que el odio y el amor son afectos

Que la agresión porque sí hiere mucho,

Que las heridas se cierran,

Que las puertas no deben cerrarse,

Que la mayor puerta es el afecto,

Que los afectos nos definen,

Que definirse no es remar contra la corriente,

Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,

Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,

Que negar palabras implica abrir distancias,

Que encontrarse es muy hermoso,

Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,

Que la vida parte del sexo,

Que el 'por qué' de los niños tiene un porque,

Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,

Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,

Que nunca está de más agradecer,

Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,

Que nadie quiere estar solo,

Que para no estar solo hay que dar,

Que para dar debimos recibir antes,

Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,

Que saber pedir no es regalarse,

Que regalarse es, en definitiva, no quererse,

Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,

Que para que alguien 'sea' hay que ayudarlo,

Que ayudar es poder alentar y apoyar,

Que adular no es ayudar,

Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,

Que las cosas cara a cara son honestas,

Que nadie es honesto porque no roba,

Que el que roba no es ladrón por placer,

Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,

Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,

Que se puede estar muerto en vida,

Que se siente con el cuerpo y la mente,

Que con los oídos se escucha,

Que cuesta ser sensible y no herirse,

Que herirse no es desangrarse,

Que para no ser heridos levantamos muros,

Que quien siembra muros no recoge nada,

Que casi todos somos albañiles de muros,

Que sería mejor construir puentes,

Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,

Que volver no implica retroceder,

Que retroceder también puede ser avanzar,

Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,

¿ Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?

Mario Benedetti

martes, 3 de marzo de 2009


Rompe tus cadenas





Cuando sientas helarse tu alegría ante la sonrisa burlona de otro; cuando veas desfallecer tu corazón ante la desgana de los maliciosos; cuando tu ambición se limite a querer lo que todo el mundo quiere; cuando seas prisionero de los demás, del que dirán, revélate y no admitas otro guardián que la pureza de tu propia conciencia.

Si tu alma está ligada a un cuerpo indómito; si tu corazón esta sumergido en una sensibilidad exasperada; si tu inteligencia está oscurecida por las pasiones incontroladas; si eres el prisionero de ti mismo; por no saber luchar contra esa “droga” que te mata a ti y a los que te aman… Lucha con ellos para hacerte esclavo de un ideal y ser dueño de tu propio destino.

No dejes que el volante de tu vida lo conduzca nada que no se te haya dado por naturaleza.

Si tus limites son el fruto de tus repulsas; si tu todo no es nada porque no está compartido; Si estas vacío por estar demasiado lleno de ti mismo; si eres el prisionero de tu egoísmo:

Llora sobre los muros de tu vida,
Maldice tus fronteras,
Rompe tus cadenas,
Abraza el mundo que te fue entregado con tus manos
liberadas y ruega al amor que no te abandone nuca.

¡Has nacido para ser libre!

Cuando la libertad desaparece, el hombre pierde su razón de existir.

No seas Tú, tu propio asesino. No mates con conductas absurdas el regalo que te dieron al nacer.

El mayor mal que amenaza a la humanidad no es la bomba atómica, ni las guerras... son las enfermedades que nosotros mismos nos buscamos, cuando enviciamos nuestros cuerpos y olvidamos que es nuestro santuario.

No valen las excusas baratas y manidas, de que las circunstancias de tu alrededor te han llevado a lo que eres y haces... porque nadie te obliga a destruirte a ti mismo, solo hay que decir No.

No a que decidan por mí, yo guío mi destino
No a hacer lo que hacen todos, yo sé lo que quiero
No a seguir modas estúpidas, yo soy mi modelo.

NO y NO a todo lo que me convierte en un pelele, en una sombra.

NO a encerrarte en ese circulo vicioso que te hace rodar cuesta abajo, hasta destruirte.

Pínchate cada día de esperanza, inhala aires de alegría, fúmate la voluntad a paquetes, bebe copas llenas de optimismo, que te hagan ser ese Ser maravilloso que todos tenemos dentro.

Rompe tus cadenas.