miércoles, 29 de abril de 2009

Tengo un Sueño
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Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando....
Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas.

Soñar a mis hijos grandes sanos felices volando con sus alas, sin olvidar nunca el nido.

Soñar con el amor, con amar y ser amado, dando todo sin medirlo, recibiendo todo sin pedirlo.

Soñar con la paz en el mundo, en mi país, en mi mismo, y quién sabe cuál es más difícil de alcanzar.

Soñar que mis cabellos que ralean y se blanquean no impidan que mi mente y mi corazón sigan jóvenes y se animen a la aventura, sigan niños y conserven la capacidad de jugar.

Soñar que tendré la fuerza, la voluntad y el coraje para ayudar a concretar mis sueños, en lugar de pedir por milagros que no merecería.

Soñar que cuando llegue al final podré decir que viví soñando , y que mi vida fue un sueño soñado en una larga y plácida noche de la eternidad.

Martin Luther King

lunes, 27 de abril de 2009

GANDHI


La ley del amor

Sólo esa ley su­prema puede dar sentido a nuestra vi­da y establecer la armonía indispen­tasable para el funcionamiento del andamiaje social. Y si ésa debe ser nuestra ley, deberemos esforzarnos cuanto de las Siempre nuestra vida cotidiana. - surge la discordia, cuando uno choca con la oposición, hay que tratar de vencer al oponente, con el amor Pa ra solucionar numerosos problemas, toda mi vida he recurrido a este me­ dio elemental. Esto no significa que haya resuelto todas mis dificultades
El hecho de que en nuestro planeta sigan viviendo todavía tantos hombres, demuestra que el mundo ­tiene como fundamento, no la fuerza de las armas sino la de la verdad y la podamos para que sea la norma de del amor. El hecho de que nuestro que mundo siga viviendo todavía, a pesar de tantas guerras, demuestra palpablemente y de la manera más irre­futable que esta fuerza es victoriosa..
La que rige a la humanidad es la ley del amor. Si la violencia, o sea, el odio nos hubiera regido, nos habría­mos extinguido hace muchísimo tiempo. Y sin embargo, la tragedia de ello es que en la llamada civiliza­ción, los hombres y las naciones se conducen como si la base de la so­ciedad fuese la violencia.
La existencia de millones de hom­bres depende de la intervención su­mamente eficaz de esta fuerza. Gra­cias a ella vemos cómo se disipan las pequeñas peleas que entorpecen la vi­da cotidiana de millones de familias. Centenares de pueblos viven en paz. Este hecho no lo reseña ni puede re­señarlo la historia. La historia, como es lógico, registra los acontecimientos que corresponden a una detención momentánea en el funcionamiento de esa fuerza del amor o fuerza del alma. Riñen dos hermanos; uno de ellos se arrepiente y despierta así aquel amor que dormitaba en él: los dos viven de nuevo en paz. De este episodio no hay nadie que tome nota. Por el con­trario, la prensa recogerá enseguida el hecho, hablarán de él todos los veci­nos y hasta la historia conservará en parte su recuerdo, si esos dos herma­nos recurren a la guerra o, lo que es otra forma de intervención brutal, apelan a la justicia, tras una consulta con sus consejeros jurídicos o por cualquier otra razón. Y esto, que es verdad en las familias y en las demás comunidades, no es menos cierto en Ias naciones. Nada nos autoriza a cre­er que las naciones son gobernadas por una ley distinta de la de las fami­lias. De este modo, la historia se con­tenta con registrar las interrupciones que sufre el curso natural de las cosas. Pero como la fuerza del alma es natu­ral, la historia no habla de ella.
En mis escritos no puedo tolerar la mínima concesión a la mentira. Estoy dispuesto a rechazar todo lo que se consiga con desmedro de la ver­dad y, por otra parte, estoy sólida­mente convencido de que no hay más religión que la verdad. También sería inconcebible encontrar en mis escritos una sola nota de odio. ¿No es el amor lo que hace vivir al mun­do? Donde no está presente el amor, no existe vida. La vida sin amor con­duce a la muerte. El amor y la ver­dad representan las dos caras de una misma moneda. Estoy seguro de que por medio de estas dos fuerzas se puede conquistar el mundo entero.
Tras renunciar a la espada, no ten­go otra cosa que ofrecer a mis ad­versarios que la copa del amor. Gra­cias a esta ofrenda, creo que me aproximaré a ellos. Considero in­concebible una enemistad perpetua entre los hombres. Y como creo en la teoría de la reencarnación, espero que podré en esta vida o en la si­guiente reunir a toda la humanidad en un único vínculo de amistad.

viernes, 17 de abril de 2009

Frente a los problemas...


Estrategias para enfrentar problemas --------------------------------------------------------------------------------
Escrito por José René Alvarado

Si comprendemos que un problema es el resultado de la tensión producida por dos o más puntos de vista opuestos, entonces podemos afirmar que algunos problemas pueden desaparecer, otros nunca desaparecerán, unos cambiarán y otros nuevos aparecerán.

El punto central no es tenerlos, la realidad es que todas las personas estaremos enfrentándonos a problemas siempre, especialmente cuando estemos en crecimiento. La persona que está en su zona cómoda es la que a menos problemas se enfrentará, ya que todo lo tiene bajo control, sin embargo ha dejado de crecer. Por lo tanto, el meollo de este tema es con qué estrategias nos estamos enfrentando a los problemas para ser mejores líderes.

Cuando una persona se encuentra ante un problema, generalmente pierde el enfoque. Da respuestas con un fuerte componente emocional, parcial y subjetivo, lo que le provoca una desesperación en la que se toman decisiones no adecuadas.

Personalmente creo que la diferencia entre una persona normal y un líder se da en la manera en que se enfrentan a los problemas. Un líder se mantiene en equilibrio y aprovecha estos conflictos para convertirlos en oportunidades de crecimiento. Un líder mira los beneficios que se logran al enfrentarse exitosamente a los problemas.

Estos beneficios transformarán positivamente su realidad y la de los que lo rodean.

Frente a un problema, ¿qué debemos hacer los líderes?

• Establezcamos con claridad cuál es el problema al que nos estamos enfrentando. Muchos de nosotros estamos resolviendo las consecuencias y no la raíz del problema. Si yo tengo claridad, ya tengo la mitad de la solución del problema.

• Definamos los objetivos que deseamos lograr al enfrentarnos al problema. Los objetivos deben tener relación con nuestro plan de vida. Cada problema debe ser como una catapulta que nos impulse al crecimiento personal, profesional o empresarial. En este punto debemos tomar una decisión importante: si nos enfrentamos al problema o no. Muchos líderes gastamos energía, tiempo y recursos en resolver situaciones adversas que no nos benefician en el logro de mejores resultados. Tengamos en mente que hay muchos de nuestros problemas que podemos delegar.

• Hagamos una lista de todas las causas posibles. Si decidimos enfrentarnos al problema, sabemos que este tiene una causa que lo originó. Descubrirla es un factor decisivo en la resolución del conflicto. Saber la causa correcta nos permite detectar sus consecuencias. En este paso del proceso detectamos las barreras que debemos superar.

• Evaluemos a las personas que intervienen en el problema. Cada persona implicada siempre poseerá un nivel diferente de participación. Debemos saber cómo tratar a las personas de acuerdo con su medida de involucramiento para facilitar una solución más justa.

• Pensemos en tres posibles soluciones. Cada problema es un desafío a la creatividad y la innovación. Si cada problema lo miramos como una oportunidad para crecer, es importante hacer un esfuerzo extraordinario. Todas las posibles soluciones deben ser más racionales que emotivas. Todas deben llevar un componente capacitador para aprender -actuando- a resolver, como una alternativa para evitar caer en el mismo problema.

• Seleccionemos la mejor solución. Nuestra mejor opción debe ser una experiencia positiva para todos. Si la primera posible solución falla, recordemos que aún tenemos dos opciones más.

• Elaboremos un plan de acción. Solucionar un problema no es una casualidad de la vida, es el resultado de una planificación honesta. Todas las personas involucradas deben saber qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo, quiénes participarán, qué objetivos buscamos. Debe haber una sensación de que vamos en serio a resolver el problema que nos hará crecer.

• Actuemos con actitud positiva. De nada sirve tener un buen plan sin dar los primeros pasos para resolverlo. Siempre encontraremos resistencia y una actitud positiva, persistente y propositiva serán claves para que la solución tenga éxito.

• Evaluemos con honestidad y sistematicemos las experiencias positivas. Evaluar el proceso de solución del problema es vital. El escenario ha cambiado radicalmente. Miremos hacia atrás desde una posición favorable y podremos ser más objetivos ante lo que sucedió en realidad. Dejar constancia de lo realizado nos permitirá tener un modelo que podremos seguir en próximos retos para crecer.


Lidere.org.

viernes, 10 de abril de 2009

Recordemos a nuestro querido Padre Mario y su mensaje para estos días de Semana Santa: Extracto de Homilías del Padre Mario Pantaleo en la Iglesia del Cristo Caminante..
“Tengamos el recuerdo permanente de aquel Viernes Santo en que Cristo entregó su propia vida para salvar al hombre, y le dio a la humanidad a su propia Madre. Sembremos, entonces, el bien a nuestro alrededor por más dificultades que esto conlleve”

“¿Cuántos de nosotros hemos estado con Cristo en el desierto? ¿Cuántos hemos ofrecido nuestro dolor y nuestro sufrimiento para que Él se sintiera acompañado? ¿Cuántos lo hemos seguido?

Aquí se centra, ni más ni menos, la historia y la problemática de la humanidad. Estas son las preguntas que nos persiguen cada día. Frente a alguien que sufre o que necesita de nuestra caridad, estos interrogantes regresan, según cuál haya sido nuestra actitud”.

(Extracto de Homilías del Padre Mario Pantaleo en la Iglesia del Cristo Caminante)

Con estos sentimientos, nos sentimos unidos como la gran familia de la Obra del Padre Mario y te deseamos unas muy Felices Pascuas

Afectuosamente,

Aracelis Gallardo

Presidente

Obra del Padre Mario Pantaleo

www.padremario.org

(011) 4384-1023

lunes, 6 de abril de 2009

Del pensamiento al destino
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Mantén tus pensamientos positivos porque tus pensamientos se convierten en tus palabras.
Mantén tus palabras positivas porque tus palabras se convierten en tus acciones.

Mantén tus acciones positivas porque tus acciones se convierten en tus hábitos.

Mantén tus hábitos positivos porque tus hábitos se convierten en tus valores.

Mantén tus valores positivos porque tus valores se convierten en tu destino.

Mahatma Gandhi

Gentileza, Esteban Reynal (Argentina)